Se pretende analizar la producción de desigualdades, no en alguna de las
paradas habituales de los estudios urbanos argentinos, sino en una de las ciudades
intermedias de mayor crecimiento relativo durante la segunda mitad del siglo XX: Neuquén.
El arco temporal seleccionado es el que comprende el proceso de neoliberalización de la
década de 1990 y la etapa abierta luego de salida del régimen de convertibilidad. Las
razones que nos llevaron a escoger este periodo nos conducen al campo de la economía: en
las tres últimas décadas, la región más septentrional de la Patagonia potenció su papel
como oferente de energía, gas y petróleo, sumado a la mercantilización de las tierras públicas
y comunitarias, la promoción de proyectos turísticos como pantalla de negocios inmobiliarios y
las inversiones asociadas a la producción de commodities. El impacto que estas actividades
tuvieron en la dinámica urbana nos obliga a ampliar el alcance espacial de nuestra
indagación. Hasta aquí nuestra producción se constriñó a los límites municipales de la capital
provincial. En este tramo de la pesquisa tomaremos en consideración la conurbación
neuquina, esa incipiente área metropolitana emplazada en los valles inferiores de los ríos
Neuquén y Limay, y en el valle superior del rio Negro